viernes, 26 de junio de 2015

Tim Robbins hace brillar Alcalá tras una semana negra

Alto como para entrar en la convocatoria de Scariolo para el próximo Europeo, simpático como los americanos cuando pronuncia "thank youuu" y en chanclas porque para brillar no hace falta lucir chaqué, Tim Robbins presentó en Alcalá, tierra de Cervantes, una obra de Shakespeare -Sueño de una noche de verano-, que se podrá ver en el Teatro Salón Cervantes este sábado y domingo.

Este polifacético artista, 'quijote' de causas muchas de ellas perdidas, y director artistico de The Actors Gang, agradeció festivales como los de Alcalá, a los que las autoridades "tienen que seguir apoyando" y solicitó a "mecenas y benefactores privados" que se impliquen en estos festivales. "Es maravilloso que una ciudad apoye la cultura y el arte", dijo el intérprete de Cadena Perpetua.

Tim Robbins, junto a Pablo Nogales
En una multitudinaria rueda de prensa a la que asistieron el director del Festival, Pablo Nogales, el alcalde Javier Rodríguez y la presumiblemente concejala de Cultura y Festejos, María Aranguren, Robbins reconoció en este "centro de Cultura que es Alcalá" que se aprende a base de "errores" y que para él los Clásiciso son "pequeñas joyas escondidas por descubrir". Explicó que ha realizado en alguna ocasión lecturas de Lorca y avanzó que le gustaría realizar alguna adaptación de Cervantes, para lo que pidió colaboración a los periodistas presentes.



Sobre faceta teatral, Robbins alabó la "libertad" y "autonomía" que le da adaptar obras de teatro. "Estoy encantado de crear historias y hacerlas de una forma independiente y autónoma. Sin jefe, aparte del 'big boss', claro. Prefiero hacer eso con diez personas que hacer algo corrupto con cien", rió el californiano, que últimamente tiene el cine aparcado: "Ahora se hace mejor cine en la televisión que en el cine. No he querido hacer algunas cosas y otros no han querido que las haga yo", afirmó Robbins.

No se sorprendan si este fin de semana le ven pasear por el Centro Histórico. "A veces el acto más radical puede ser un acto de amor", dijo Robbins. En Alcalá, a veces no hay acto más radical que apostar la cultura para poner a la ciudad en el mapa. Y más en semanas como ésta, en la que los casos oscuros se empeñan en invadir constantemente en los medios de comunicación. Vivan las chanclas.

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