lunes, 1 de junio de 2015

Pitos en Barcelona, aplausos a la Reina en Alcalá

Doña Sofía, junto a Javier Bello, en la salida del Museo Arqueológico Regional, en Alcalá
Cuarenta y ocho horas después de que miles de personas pitaran el himno de España en el Camp Nou en presencia de Don Felipe y acaparara horas y horas de televisión, Doña Sofía arrancó los vítores y los aplausos de los alcalaínos congregados a la puerta del Museo Arqueológico Regional, en el Centro Histórico de Alcalá.

Entre fuertas medidas de seguridad, Doña Sofía, acompañada de su hermana y escoltada por el alcalde Javier Bello y el director del museo Enrique Baquedano, quiso conocer de primera mano la exposición Dioses, Héroes y Atletas, que se puede ver hasta el 26 de julio. Pasadas las ocho de la tarde, la Reina Madre se saltó el protocolo y se acercó a saludar a las decenas de curiosos que estaban en la Plaza de las Bernardas para ver de cerca a Doña Sofía, a la que le llovieron los aplausos y los piropos.

La exposiciónLa asombrosa idea de ofrecer a la vista pública un cuerpo desnudo fue griega. Que una sociedad vestida exhiba a sus dioses, héroes y atletas desnudos en santuarios, ágoras o necrópolis es algo inusual, insólito y extraordinario. Que además invente un desnudo irreal e imposible, con una fuerte apariencia de veracidad, del que deriva miles de años después nuestra forma de representar, de entender y de mirar el cuerpo humano, es una hazaña.

Fecha: Hasta el 26 de julio de 2015

Hora: Martes a sábado de 11.00 a 19.00 h. Domingos y festivos de 11.00 a 15.00 h. Lunes cerrado. Acesso gratuito.

Visitas guiadas gratuitas: Los pases tendrán lugar los sábados y domingos en dos sesiones, una a las 11:00 y otra a las 12:30 h., con una duración de una hora y con un máximo de veinticinco participantes cada una. Las personas interesadas pueden hacer su reserva a través del teléfono 91.879.66.66

El cuerpo de gimnasio
Un bello cuerpo masculino en la percepción contemporánea es el de un joven de hombros anchos, pecho desarrollado y abdominales marcados. Este cuerpo atlético, musculado, modelado con sistemas de ejercicio y perfeccionamiento físico, es el espejo en el que se miran muchos jóvenes y que da lugar a nuestra cultura de gimnasio. El resultado es un cuerpo moderno, deudor e inseparable de la visión del cuerpo antiguo.

La invención. El desnudoNuestra forma de mirar tiene su origen en la Grecia antigua. Allí se ideó un desnudo para ser visto en público: un bello cuerpo masculino que, siendo una construcción intelectual, seduce nuestra mirada por su alto grado de veracidad naturalista.

La belleza que inventan los griegos es una imagen artificial e intelectual, una versión de un cuerpo de varón anómalo porque no es lo común, extraño porque es imposible y noble porque representa a criaturas excelentes, virtuosas y, hasta cierto punto, inmortales.

La imagen del cuerpo que inventaron los griegos se concibió paradójicamente como un vestido. Sólo los hombres se desnudan, sólo lo hacen los griegos y sólo aquellos que tienen cuerpos ejercitados a diario en la palestra, es decir, los hombres libres que poseen tiempo para el ocio.

Dioses, atletas y héroes
No hay una gran diferencia entre la naturaleza y el aspecto físico de los seres divinos y de los hombres. Se distinguen los dioses por ser inmortales, por su enorme fuerza y altura y por su incorruptible e imperecedera belleza. Pero comparten con los hombres defectos y pasiones, como amores prohibidos, odios y celos.

La perfección física y la excelencia moral pertenecen, más que a ningún otro, al héroe. Hombre mortal que alcanza la inmortalidad a través de la gloria, de la alabanza de poetas y artistas y perdura durante siglos en la memoria de los vivos.

El héroe, el varón excelente, combina juventud y belleza incluso después de la muerte. Morir joven y bello, caer en combate en las primeras filas luchando por la patria, es una hermosa forma de encontrar la muerte.

Aunque el desnudo no es ni mucho menos un hecho cotidiano en el mundo griego, sí era posible ver cuerpos desnudos en sus ciudades. El atleta griego practicaba ejercicio desnudo (gymnós) en espacios reservados para ello: los gimnasios. Los cuerpos de los atletas son vigorosos, duros y articulados, bellos como estatuas y pertenecen a hombres íntegros, valientes, resistentes, que se afanan indeciblemente, con privaciones y sufrimientos, por conquistar la victoria.

El desnudo femenino
El primer desnudo público de un cuerpo de mujer se debe al escultor Praxíteles ya en el siglo IV a.C., varios siglos después que el de varón, y representa a Afrodita. La diosa se acaba de lavar o va a hacerlo cuando es sorprendida y se cubre con las manos. El espectador se convierte en voyeur. El desnudo femenino, que es más bien un desvestido circunstancial, nos lleva al mundo de lo humano y al deseo erótico y esto, también en cierto sentido, ha pasado a formar parte de nuestra memoria visual.

La fealdad, la burla y la caricatura

La fealdad es la ausencia de lo bello, su contrario, tanto étnico como social. En Grecia lo feo se expresa como antítesis de lo bello, tanto en lo estético como en lo ético. Si el cuerpo bello heroíza, la fealdad muestra al antihéroe. Provocan espanto y risa. Son el contramodelo del hombre ciudadano, son esclavos, bárbaros, viejos o deformes.

El desnudo en las Academias
Las estatuas clásicas se estudian, copian y dibujan en los siglos XVIII y XIX en los talleres de los artistas y en las Academias. En el ámbito académico el ideal de belleza es el de la escultura clásica o el del modelo que adopta una postura adecuada, similar al tipo escultórico. Primero en las Academias y después en las escuelas y facultades de Bellas Artes se enseñaba a los alumnos, como parte de la formación artística, el “dibujo del antiguo y del natural”.

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